domingo, 27 de marzo de 2011

Aspectos a tener en cuenta a la hora de crear una red social educativa

Este artículo ha sido escrito para el curso Coordinación TIC 2.0. Funciones, Habilidades y Redes Sociales de Educared.
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Cuando decidimos crear una red social para poder trabajar con nuestros alumnos debemos tener en cuenta una serie de factores como la posibilidad de que nuestros alumnos tengan la edad para poder usarla, el tipo de red que queremos ya que hay diferentes sistemas que llevarán a resultados muy distintos o las prestaciones concretas de la red.


Legislación española

El REAL DECRETO 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal, dice en su artículo 13 que habla sobre el Consentimiento para el tratamiento de datos de menores de edad:

Podrá procederse al tratamiento de los datos de los mayores de catorce años con su consentimiento, salvo en aquellos casos en los que la Ley exija para su prestación la asistencia de los titulares de la patria potestad o tutela. En el caso de los menores de catorce años se requerirá el consentimiento de los padres o tutores.

Así pues los datos personales de los alumnos de 14 o más años pueden ser gestionados por ellos mismos y por lo tanto disponen de potestad para obtener sus propias cuentas y servicios de Internet. Esta modulación de la edad se extiende también para la autorización de la propia imagen. Para los menores de 14 años siempre será necesario el consentimiento de los padres o tutores legales.

Sin embargo, la Ley de la Propiedad Intelectual no establece modulaciones en cuanto a la edad por lo que un menor de edad deberá requerir siempre el consentimiento de sus padres o tutores legales para publicar obras o trabajos realizados por él mismo. Esto se aplica a las publicaciones originales de los alumnos, como los trabajos escolares, en cualquier ámbito público de Internet.

Por lo tanto para el uso de redes sociales privadas, donde sólo tienen acceso los alumnos y sus profesores en principio sólo sería necesaria la autorización paterna para los menores de 14 años en cuanto al alta en la red se refiere y el uso de sus datos en la misma ya que las publicaciones que realice permanecerán en el mismo ámbito escolar, equiparable a exponer los trabajos realizados por los alumnos en el tablón de anuncios de la clase, como es práctica habitual hacer. No obstante, como medida aplicable a otros ámbitos diferentes a las redes sociales, como blogs, wikis, página del centro educativo, etc, se aconseja encarecidamente pedir la autorización paterna también para los alumnos de edades comprendidas entre 14 y 18 años.

De este modo ,teniendo en cuenta el contexto más amplio del Centro educativo, sea cual sea la edad del alumno menor de edad, se deben pedir dos autorizaciones: una para el uso de la propia imagen y datos del alumno (fotografías, vídeos, alta en servicios, etc.) y otra para la publicación de trabajos escolares. En estas autorizaciones debe intentar detallarse, en la medida de lo posible, los servicios que serán utilizados.

Es importante destacar que de acuerdo con el artículo octavo de la Ley orgánica 1/1982 el derecho a la imagen no impide la información gráfica de un acontecimiento público cuando la aparición de una persona (fotos o vídeos) se produce de forma accesoria dentro del acontecimiento.


Términos del servicio que se utilizará

Además de las limitaciones anteriores, debemos tener en cuenta las del propio servicio de Internet que vayamos a utilizar. La mayoría de las redes sociales imponen una limitación de 13 años para el registro y uso del servicio. Otras como Edmodo, Twiducate, Grouply o Wall.fm, sin embargo, no tienen esta restricción. Puede consultarse una lista completa sobre las edades de registro en estas páginas: Lista1, Lista2.
Estas edades mínimas de registro no pueden ignorarse bajo ningún concepto, incluso aunque se disponga de autorización paterna.


Redes verticales y horizontales

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el tipo de red que utilizaremos. Hay redes como Facebook, Tuenti o Twitter donde no es posible aislarse del resto de miembros que las forman. Así, lo más habitual al entrar en ellas es empezar a recibir peticiones de amistad de antiguos compañeros de colegio, amigos, familiares, etc. Estas redes, a las que hemos llamado horizontales, permiten el establecimiento de contactos potencialmente con cualquier usuario.

En el ámbito educativo con menores de edad esto supone un problema ya que el profesor desconoce las personas con las que contactan los alumnos y puede ser una fuente de problemas (acoso, insultos, etc.) de los que sería responsable en última instancia el profesor que “obliga” al alumno a utilizar dichos sistemas para sus clases. Por estos motivos desaconsejamos totalmente el uso de estas redes con menores de edad. Quizás en los niveles de Bachillerato es donde pueden empezar a utilizarse, pero siempre como algo optativo.

En su lugar lo más correcto con los menores de edad es utilizar las redes que hemos llamado verticales. En estas redes el alumno sólo puede contactar con los miembros de la propia red. Estas redes las crea el propio profesor. De este modo únicamente podrán entrar en contacto con sus propios compañeros y los profesores. Son redes de este tipo Edmodo, Twiducate, Grouply, SocialGO, Wall.fm, Ning, etc. Puede verse una lista completa de estos tipos de redes en este mapa conceptual.

¿Por qué esta precaución con las redes sociales? Porque el flujo de información personal es mucho mayor que en cualquier otro sistema de Internet y se presta especialmente a la exposición de datos, situaciones o imágenes personales que en otros medios como los blogs no existen. Por este motivo es necesaria una especial sensibilización con las redes sociales y los datos que fluyen a través de ellas. Todos estos motivos aconsejan utilizar siempre las redes de forma que nadie, excepto sus miembros, puedan ver su contenido.



Tipos de redes sociales

Básicamente disponemos dos tipos de redes que son muy diferentes en su filosofía y modo de funcionamiento. Las mas simples son las que toman como modelo a Twitter, son las redes basadas en microblogging. Este tipo de redes suelen estar centradas en el texto breve con pocas posibilidades más. Su falta de prestaciones (no tienen foros de discusión, blogs, chat, etc.) hacen que sean especialmente indicadas para niños de Primaria ya que su uso suele ser mucho más sencillo que el resto. De todas formas no deben descartarse para alumnos mayores, incluidos los universitarios, ya que en determinadas ocasiones puede ser más útil un sistema sencillo que se adapta a nuestras necesidades que otro más complejo pero que no nos aporta nada nuevo. Son redes de este tipo: Edmodo, Twiducate y Shoutem.

Otro tipo de redes son las que siguen un modelo semejante a Facebook, estas redes disponen de muchos sistemas diferentes de comunicación, como son mensajes privados, en los muros de diferentes partes de la red, foros de discusión, creación de subgrupos dentro de la red y un largo etcétera. Su uso es más complejo que las anteriores aunque los adolescentes ya están acostumbradas a ellas principalmente por el uso que hacen de Tuenti y Facebook. Están, por lo tanto, especialmente indicadas para alumnos a partir de los 12 ó 13 años. Estas redes completas permiten un uso muy amplio y adaptado a las necesidades de cada uno. Pueden verse algunos ejemplos en el artículo Mi clase en la red social. Son redes de este tipo Grouply, SocialGO, Ning o Wall.fm.

domingo, 20 de marzo de 2011

Identidad digital y redes sociales

Este artículo ha sido escrito para el curso Coordinación TIC 2.0. Funciones, Habilidades y Redes Sociales de Educared.


Es una realidad que si realizamos una búsqueda en Internet sobre nosotros mismos, por ejemplo en Facebook, muy probablemente encontremos referencias a nuestra persona. Seguramente si estas referencias son obra nuestra (comentarios que hemos realizado en un blog sobre cocina, en una página sobre hoteles, en una red social, etc.) no nos llame demasiado la atención. La sorpresa puede surgir cuando vemos nuestro nombre asociado a una foto que no hemos subido nosotros, una lista de antiguos alumnos que algún compañero de la infancia ha colocado en Facebook, o un comentario en un foro hablando directamente de nosotros.

La identidad digital no es lo que aparece acerca de nosotros al realizar una búsqueda, como a veces se simplifica, sino la idea que se transmite de uno mismo a través de Internet. Hay personas que de forma simplista deciden esconderse en Internet con la falsa ilusión de desaparecer totalmente de los medios públicos. No se dan cuenta de que lo único que hacen es dejar que sean los demás los que construyan su propia imagen. Esta imagen, creada de forma fragmentaria y parcial por personas a las que no podemos controlar, hará que proyectemos una imagen falsa y casi con toda seguridad perjudicial para nosotros mismos. La única solución es compensar la información ajena (salvo que seamos una celebridad ésta será más bien escasa) con la nuestra propia. Si al realizar una búsqueda aparece en los primeros lugares nuestro perfil en una red social como Facebook, un blog donde escribamos de forma periódica, algún foro en el que intervengamos de forma más o menos constante o una colección de fotos que hayamos hecho, habremos conseguido mucho, ya que la gran mayoría de las personas que buscan algo se suelen quedar con las 10 primeras páginas mostradas. ¿Qué hay que hacer entonces? Simplemente participar en Internet de forma natural (sin artificios ni falsas imágenes de nuestra propia personalidad) y dejar que nuestra propia información sustituya a la ajena, algo que con toda seguridad sucederá en poco tiempo.

Esto que se acaba de decir, que es aplicable a cualquier persona que viva en nuestra sociedad y debe situarnos ante la importancia que tiene aquello que realizamos en Internet. Probablemente un adulto con sentido común no dará a conocer datos íntimos o que puedan comprometer su vida privada. Sin embargo, en los adolescentes este sentido común suele brillar por su ausencia.
Las redes sociales han adquirido una importancia capital desde hace muy poco. La información que circula a través de una red social no es comparable en cantidad y contenido a la que circula por otros medios. El hecho de sentirse en un ambiente rodeado por amigos y amigas, donde pueden comunicarse al instante hace que se pierda el sentido de la perspectiva y se tienda a expresar sentimientos y situaciones de carácter muy personal que difícilmente se producen por otros medios. Las redes sociales deben ser, por lo tanto, un medio donde se tiene que desarrollar una especial sensibilidad en relación con la vida privada, tanto por parte de los jóvenes que las utilizan, como de sus padres y educadores.


La tarea de de los Centros educativos

Es una tarea ineludible de los centros educativos el enseñar a los alumnos a manejar su vida privada y profesional a través de Internet ya que éste ha pasado a formar parte de aquello que las personas deben saber administrar, no solo en su vida de adulto, sino ya desde el primer momento que entran en la Red.
Citaremos a continuación algunos puntos que deberían ser incluidos en los proyectos a desarrollar por cualquier Centro educativo. Esta serie de recomendaciones pueden introducirse paulatinamente a partir de 5º de Primaria hasta Bachillerato, aunque en 2º y 3º de ESO ya deberían tener unas bases sólidas sobre un comportamiento cívico y constructivo en la Red.
  • Enseñar a convivir a los niños en Internet. Respetando la propia privacidad e intimidad en primer lugar y la de los demás en segundo.
  • Fomentar la publicación de trabajos escolares que favorecerán la imagen y la identidad digital de los alumnos.
  • Enseñar a respetar el trabajo de los demás, no copiando y aprendiendo a utilizar sólo lo que tiene licencia de uso, citando siempre las fuentes originales.
  • Enseñar a ponerse en contacto con especialistas en una materia, principalmente a través de las redes sociales, para aprender desde las fuentes de la cultura.
  • Fomentar las discusiones académicas con la finalidad de modular el comportamiento de los jóvenes cuando entran en contacto con otras personas que quizás tengan opiniones diferentes a las suyas.
  • Fomentar el trabajo en equipo, en colaboración con otros mediante las redes sociales.
  • Fomentar el autoaprendizaje, enseñando a establecer las conexiones necesarias con las personas apropiadas.
  • Fomentar la participación en proyectos solidarios y culturales realizados en la Red.

Estos puntos sugieren que los Centros educativos deberían disponer de sus propias redes sociales. Tanto para actuar como campo de aprendizaje práctico para la convivencia como de apoyo a la docencia presencial. Siendo así que en realidad se llega al aprendizaje práctico de la convivencia a través del uso de las redes con fines docentes. La confluencia de ambos aspectos prepará a los niños y jóvenes a vivir la Red como un lugar de trabajo y oportunidades y no sólo de ocio.
Para conseguir estos objetivos es importante la formación del profesorado, que debe conocer los riesgos existentes en Internet, pero muy especialmente los beneficios que superan con creces los aspectos negativos. De lo contrario se cae en una demonización e infravaloración de Internet y las redes sociales que pueden perjudicar muy gravemente el futuro laboral de los jóvenes. Internet y muy especialmente las redes sociales como fuente de aprendizaje y colaboración, han creado un ecosistema que simplemente era inexistente hace diez años y en el que va a continuar el crecimiento de su importancia a medida que la sociedad avanza.
No menos importante es la formación de los padres y madres que igual que no abandonan a sus hijos en la calle para que jueguen cuando son pequeños, tampoco pueden dejarlos solos en Internet, muy especialmente cuando hablamos de niños de corta edad.

A modo de conclusión es conveniente destacar la necesidad del uso de las redes sociales por los alumnos desde el ambiente controlado de la escuela, donde se les puede guiar y aportar el valor didáctico e indiscutiblemente útil para la futura vida profesional de los alumnos. Esto se conseguirá a través de la propia red social del Centro educativo así como la adecuada formación de profesores y padres.