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sábado, 20 de agosto de 2011

Software libre en educación: LINUX

Este artículo está escrito por alguien recién llegado a Linux que habla para los que todavía no lo conocen.
El software libre (en contraposición al privativo) son los programas que podemos usar, copiar, modificar y distribuir libremente [Wikipedia]. Un ejemplo que todos podemos comprender entre software libre y el que no lo es nos lo proporciona el famoso procesador de textos Microsoft Word. Si decidimos comprarlo (incluido en el paquete Microsoft Office cuyo precio oscila entre 139€ y los 699€) no podremos utilizarlo en más de un ordenador de forma simultánea, tampoco podremos prestarlo y las futuras versiones deberemos comprarlas para poder disfrutar de ellas. Si decidimos utilizar Write (incluido en el paquete LibreOffice que se puede descargar de forma gratuita por Internet) podremos instalarlo en más de un ordenador, dejarlo a nuestros amigos e ir incorporando todas las futuras versiones que salgan.
R. Stallman
Tal como dice Richard Stallman el uso del software libre es más una cuestión ética que técnica (en Software Libre como una política de Estado, buscando la democratización del conocimiento). Es una cuestión de libertad y de solidaridad. Los programas creados como software libre se realizan la mayoría de las veces por voluntarios que de forma desinteresada aportan sus conocimientos en beneficio de la comunidad de usuarios. También hay empresas que deciden compartir de forma gratuita sus productos obteniendo beneficios económicos a base de proporcionar soporte técnico o creando a partir del producto libre otro privativo adaptado a las necesidades específicas de sus clientes. 
Para los que nos dedicamos a la educación el uso del software libre debería ser una prioridad absoluta. En necesaria una educación donde los valores como la solidaridad, la ayuda a los demás o la honestidad formen parte de ella. El uso de este tipo de software junto a los valores presentes en la Web 2.0 dan coherencia a nuestra actividad, entre aquello que enseñamos y aquello que hacemos como docentes. No tiene ningún sentido, por ejemplo, intentar que nuestros alumnos sean personas honradas si al mismo tiempo los ordenadores del centro educativo disponen de copias ilegales de Windows o de Word. Tanto para el mundo rico, donde la crisis afecta a todos los niveles económicos, como en los países pobres, sin recursos económicos para invertir en tecnología, el software libre se presenta como la solución más lógica, coherente, viable y éticamente aconsejable.
El sistema operativo
Los usuarios de Windows viven a espaldas de todo lo que no sea el propio Windows, sin embargo, existe vida más allá del sistema operativo preferido por millones de virus. Linux es, sin duda, la alternativa perfecta con la cual podremos utilizar el software libre, ahorrando dinero y utilizando de forma productiva el ordenador. Pero hablar de Linux es hablar de una gran cantidad de variaciones llamadas distribuciones o distros (a veces también se llaman sabores) que se materializan en una enorme capacidad para elegir, algo que los usuarios de Windows desconocen totalmente.
Salvo casos muy especiales en Linux encontraremos todos los programas que necesitamos para trabajar (y sin necesidad de piratearlos). Para tareas educativas generales y de ofimática, Linux no tiene carencias. Salvo que necesitemos un programa muy específico para trabajar siempre encontraremos una alternativa a los programas que utilizamos actualmente. Además, desde que gran parte del trabajo se puede realizar a través de la Web, el sistema operativo está perdiendo importancia frente a los navegadores que usamos para trabajar en la nube. Estos últimos son los que cada vez son más importantes y debemos seleccionar con cuidado. 
Distribuciones Linux
Distribuciones Linux
Durante un mes he estado probando varias distribuciones distintas: Ubuntu (incluyendo Kubuntu, Edubuntu, Lubuntu y Xubuntu), Linux Mint (basado en Ubuntu), OpenSuse, Linkat (distribución basada en OpenSuse usada para la enseñanza en Cataluña), Mandriva y Fedora. Aunque la lista de distribuciones es prácticamente inabarcable (véase el gráfico de distribuciones Linux) estas suelen, ser, exceptuando Linkat, las más utilizadas a nivel mundial. Todas estas distribuciones han sido probadas instalándolas en un pequeño portátil y/o en otro no tan pequeño, excepto OpenSuse que se ha probado a través de una máquina virtual hecha con VirtualBox.
Partiendo de la base de que hasta ahora he sido usuario de Microsoft Windows y que mis conocimientos sobre Linux eran prácticamente inexistentes hasta hace muy poco, he intentado obtener una visión práctica de lo que Linux puede aportarme tanto en el trabajo a nivel personal como docente.
Lo primero que me ha sorprendido es que el funcionamiento de los sistemas Linux es equiparable al de Windows en cuanto a rendimiento y funcionalidad e incluso lo supera en aspectos como en la obtención de software que es mucho más fácil en Linux. En general el uso de Linux es más sencillo que el de Windows, ya que el entorno suele ser mucho más coherente entre todas las diferentes aplicaciones que suelen estar centradas en su funcionalidad más que en la inclusión de una miríada de opciones que normalmente son inútiles para los usuarios. Por lo tanto, un usuario sin experiencia previa en Windows o Linux probablemente encontrará más amigable y sencillo a Linux (aunque eso va a depender también de la distribución elegida, más adelante se trata este aspecto).
La solución de problemas técnicos está también asegurada gracias a la existencia de numerosos foros de discusión que tratan sobre estos aspectos. La rapidez y estabilidad varía en función de la distribución de Linux. En varias ocasiones he tenido que hacer uso de la famosa combinación de teclas Alt+PetSis (Impr pant) R, E, I, S, U, B (se mantienen pulsadas las dos primeras mientras se van pulsando las letras consecutivamente, esperando unos segundos entre cada una de ellas). Para los que no lo sepan, esta combinación permite reiniciar el sistema de forma segura cuando éste queda congelado (bloqueado). En ningún caso he tenido que realizar un apagado del ordenador.
Otro aspecto destacable es el soporte multilenguaje de las distribuciones. Durante la instalación se puede seleccionar el idioma deseado y más adelante se puede cambiar.
Selección de una distribución
Entre todas las probadas, las basadas en Ubuntu (Lubuntu, Xubuntu, Edubuntu, Kubuntu y Linux Mint) son las que me han parecido de uso más sencillo, con menos problemas a la hora de la instalación, más estables y con un abanico más amplio de programas disponibles, esto último debido a que Ubuntu es la distribución Linux con más usuarios a nivel mundial. Por lo tanto para esta discusión descartaré el resto de distribuciones y me centraré en Ubuntu y sus sabores derivados.
Ubuntu
El término Ubuntu proviene de las lenguas africanas zulú y xhosa y su traducción aproximada es: Humanidad hacia otros. Esta es una distribución, basada en Debian, donde se intenta que el uso del sistema operativo sea sencillo para los que no conozcan en profundidad Linux (ni les interese demasiado conocerlo, como es lo natural en los usuarios de sistemas informáticos que sólo esperan de ellos que funcionen). Esta distribución es la que tiene más software disponible. La última versión, que utiliza el entorno gráfico llamado Unity, está especialmente diseñada para aprovechar al máximo las pantallas de los portátiles, algo que han conseguido a la perfección. No conozco otro sistema operativo donde el espacio de trabajo útil se aproveche al máximo de este modo.
Es una buena elección para trabajar de forma habitual, tanto en equipos de sobremesa como portátiles, aunque si se dispone de un equipo sin demasiadas prestaciones, como un pequeño portátil o un ordenador antiguo, será mejor instalar alguna de las distribuciones ligeras como Lubuntu o Xubuntu.
La empresa que distribuye Ubuntu (Canonical) distribuye también de forma oficial Edubuntu, Lubuntu, Xubuntu, Kubuntu y una distribución que no he llegado a probar, Ubuntu Studio, específica para el tratamiento multimedia de imagen y sonido.
Escritorio de Ubuntu 11.04
Edubuntu
Es una versión especial para educación, idéntica en funcionamiento a la anterior. El entorno gráfico se puede elegir (como el de Ubuntu o como el de Kubuntu). Tiene presinstalados programas de carácter educativo y en el mismo DVD de instalación se incluye un servidor para poder trabajar en red e incluso de forma remota sin instalar Edubuntu en el ordenador. Esta versión es la idónea para utilizar en los centros educativos.
Uno de los escritorios de Edubuntu 11.04
Lubuntu
Es una distribución específicamente diseñada para ordenadores de características precarias. Funciona estupendamente en ordenadores antiguos o pequeños portátiles de escasa velocidad y memoria RAM. Visualmente es el más sencillo, pero su rapidez y estabilidad suplen con creces las cuestiones estéticas. Es el que he instalado en el pequeño portátil que llevo a las clases.
Escritorio de Lubuntu 11.04
Xubuntu
Esta distribución también es específica para ordenadores antiguos y de poca capacidad. No obstante, he comprobado que no es tan rápido como Lubuntu. Estéticamente está más cuidado y es una buena elección cuando los recursos del equipo no sean tan críticos como se ha indicado para el caso de Lubuntu, sobre todo si deseamos tener un entorno algo más amigable y con alguna prestación más.
Escritorio de Xubuntu 11.04
Kubuntu
Esta versión de Ubuntu utiliza un entorno gráfico radicalmente diferente a todos los demás. Tiene una estética muy cuidada y suele impresionar la primera vez que se ve en funcionamiento. No obstante, mucha gente acaba por desinstalarlo ya que pasada la atracción inicial lo encuentran menos productivo que la versión más clásica, Ubuntu. Su funcionamiento no es tan intuitivo como los demás y es relativamente sencillo estropearlo debido a la enorme cantidad de opciones que tiene, donde prácticamente todo es configurable. Requiere de un ordenador con cierta potencia. Esta es la versión que he instalado en mi portátil de trabajo.
Escritorio de Kubuntu 11.04
Linux Mint
Está basado en Ubuntu e intenta hacer que el uso sea todavía más sencillo que el propio Ubuntu. Para usuarios que desean un sistema operativo que sustituya a Windows en su ordenador esta es probablemente la mejor opción. Es un sistema estable y muy sencillo de utilizar. Tiene numerosos programas y drivers ya preinstalados (que en las otras distribuciones deben descargarse aparte) y da facilidades de uso adicionales como la desinstalación de cualquier programa pulsando únicamente el botón derecho del ratón en el menú de aplicaciones o su autoejecución automática al iniciar sesión siguiendo el mismo método que el anterior, entre otros muchos detalles que contiene. Tal como he podido comprobar funciona razonablemente bien en ordenadores de escasa capacidad.  
Escritorio de Linux Mint 11.04
Convivencia de Windows con Linux
Si queremos probar alguna de estas distribuciones conservando Windows en nuestro ordenador o no podemos prescindir de algún programa que sólo está en Windows, disponemos de varias opciones. Todas las distribuciones se descargan a partir de su página web en formato ISO, que puede ser grabado a un CD o DVD con cualquier programa de grabación. Posteriormente podremos arrancar el ordenador a partir de la unidad de CD o DVD (es posible que para esto debamos modificar las opciones de arranque de la BIOS).
  1. Live CD. Prácticamente todas las distribuciones dan la opción de probarla desde el CD de instalación sin llegar a instalarla. Basta con introducir el CD y arrancar el ordenador con él puesto, podremos usarlo aunque nada de lo que hagamos quedará guardado. También es posible hacer esto mismo desde USB aunque en este caso se requiere el uso de algún programa específico como UnetBootin o Image Writer. Si ya disponemos de Ubuntu, este sistema operativo nos permite crear un USB para arrancar Linux sin ningún programa adicional.
  2. Instalar Linux dentro de Windows. En las distintas distribuciones de Ubuntu es posible hacerlo introduciendo el CD de instalación desde Windows y siguiendo las instrucciones. Luego se podrá desinstalar como si fuese un programa más de Windows. Esta opción sólo es recomendable para probar, no para trabajar de forma definitiva ya que no es una auténtica instalación porque Linux correrá desde dentro de Windows, esto afecta sobre todo al sistema de archivos de Linux que será más inestable.
  3. Instalar Linux junto a Windows. Es posible tener los dos sistemas operativos al mismo tiempo y elegir el que queramos al encender el ordenador. Bastará con arrancar el ordenador con el CD de instalación e indicar durante la instalación que deseamos conservar Windows. Linux se encargará de todo. Para hacer esto es recomendable defragmentar el disco antes de la instalación y guardar copia de los archivos importantes por si ocurriese algún problema. Esta será la opción definitiva, a largo plazo, si deseamos tener los dos sistemas operativos a partes iguales.
  4. Instalar Windows dentro de Linux. Sí sólo vamos a utilizar Windows de forma ocasional, podemos crear una máquina virtual con VirtualBox e instalar allí Windows. Esta es la solución que he elegido para mi pequeño portátil escolar (por supuesto este método podría ser usado también para instalar Linux dentro de Windows).
Como conclusión no puedo más que aconsejar encarecidamente dar el paso a Linux donde descubriremos todo un mundo nuevo en que prima la libertad. Tras un brevísimo tiempo de adaptación difícilmente querremos volver atrás.

Direcciones de las distribuciones citadas en este artículo: